En los últimos años se ha visto todo un movimiento que habla del amor propio, sobre quererse y ser feliz con uno mismo, acciones que están bien, pero que duran poco. Amor propio es amarse a uno mismo, respetarse y hacer lo mismo con los demás, porque si no pasa a ser egoísmo y narcicismo, y todos somos únicos y valiosos, nadie es más ni mejor que nadie.

El amor propio no es un objetivo que se alcanza o una meta, es el punto de partida hacia un largo camino de autoconocimiento. Partida que empieza cuando uno decide saber quién es en realidad, cuáles son sus virtudes, cuánto se cuida y se ve con cariño.

También es la valía interna, es poder sentirse valioso sin tener que alcanzar ningún estándar, sin medirse por factores externos como la posición económica, los títulos, el trabajo, el éxito, la fama o el aspecto físico que tenga.

El sano amor

Para hablar de amor propio es necesario conocerte realmente, quién eres, qué quieres, qué te gusta, despojándote de todos los prejuicios y todo lo que te hicieron creer que necesitabas para ser alguien en la vida, y que te llevó a vivir solo para complacer al resto y alcanzar esos estándares, ya sea porque te acosaron, te dijeron algo que te hizo pensar que tu valor dependía de cosas que no tienen nada que ver contigo, o porque tus padres te hicieron sentir que solo te amarían si eras una persona perfecta y sobresaliente.

Creíste que el amor era condicionado, que solo te iban a querer si eras lo que esperaban de ti, sin embargo, debes comenzar a soltar toda esa información errónea recibida durante tu niñez, o quizás durante años.

Lamento decirte que el camino va a ser doloroso, porque talvez vas a tener que perderlo todo y en soledad, desnudo y despojado de tus máscaras, será cuando al fin te encuentres y empieces a conocerte.

Cuando lo hagas tu vida cambiará por completo y va a ser maravilloso. No tendrás que demostrar nada a nadie, por el simple hecho de que tú aprendiste a amarte y no tienes que hacerlo.

Ese es el verdadero amor propio, el sano amor.

Lic. Julie Meire.

Psicología clínica