BENEFICIOS DE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE.
Para gozar de una buena salud y un buen estado físico es importante contar con una buena alimentación, acompañada siempre de actividad física. Lo que comemos cumple un papel fundamental y los beneficios que esto acarrea se ven reflejados en nuestro organismo.
La alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos para estar sano, sentirse bien y tener energía. Hay que considerar siempre las 6 claves de nutrientes necesarias para el cuerpo: agua, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos.
Una buena alimentación nos ayuda a protegernos de enfermedades como la diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y otros.
¿Y CÓMO CONSEGUIMOS UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE?
SE NECESITA DE ESTAS 6 CLAVES DE NUTRIENTES DIVIDIDOS EN DOS CATEGORÍAS EN FUNCIÓN DE LA CANTIDAD NECESARIA:
Macronutrientes: necesitamos en una cantidad mayor y su papel fundamental es el aporte de energía.
Glúcidos (o hidratos de carbono, carbohidratos o hidratos): sirven para aportar a nuestro organismo la energía necesaria para funcionar.
PUEDEN SER DE DOS CLASES:
Simples: se descomponen rápidamente y por eso aportan energía de manera rápida. Por ejemplo; la miel, el azúcar o el arroz blanco.
Complejos: se descomponen más despacio, de modo que liberan la energía más lentamente. Por ejemplo; la pasta o el pan integral.
- Proteínas: están formadas por aminoácidos y además de aportar energía tienen una función estructural, puesto que intervienen en la formación del tejido muscular, enzimas, hormonas, anticuerpos, etc. Cuando hay una carencia de estas, pueden producirse problemas de salud como la pérdida de masa muscular. Las proteínas podemos encontrarlas en alimentos como carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres y mariscos.
- Lípidos (o grasas): cumplen un papel importante en nuestro organismo, principalmente no aportan energía, transportan vitaminas liposolubles, y son parte estructural de las membranas celulares. Distinguimos dos tipos:
Grasas saturadas: provienen de animales o de algunos aceites vegetales, como el de coco o palma. En general no se consideran grasas saludables y debe limitarse su consumo.
Grasas insaturadas: dentro de este grupo se encuentran los ácidos grasos Omega-3, necesarios para un correcto desarrollo cerebral, antinflamatorios y con propiedades protectoras de cara a eventos cardiovasculares.
- Micronutrientes: son necesarios en muy poca cantidad, pero son claves para el correcto funcionamiento del cuerpo. Suelen tener una función reparadora o plástica o reguladora de ciertas reacciones químicas celulares.
- Vitaminas: intervienen en muchos procesos biológicos y se encuentran tanto en alimentos de origen animal como vegetal, aunque la fuente principal son las frutas y verduras. Cada vitamina posee funciones específicas. Por ejemplo, la vitamina C tiene efecto antioxidante protegiendo al organismo del estrés oxidativo, la A también es antioxidante y tiene un papel clave en la visión y la K interviene en la coagulación de la sangre. Es importante incluir en la dieta una gran variedad de frutas y verduras y de alimentos en general, de esta manera nos aseguramos de incorporar a nuestro organismo todas las vitaminas.
- Minerales: también son fundamentales para muchos procesos del organismo. Tanto su ausencia como el exceso genera diversas patologías en función del mineral. Por ejemplo, la falta de calcio puede producir osteoporosis, mientras que el exceso de sodio puede generar hipertensión.
- Agua: aunque no es estrictamente considerada como nutriente, dada la importancia que tiene su ingesta diaria lo incluimos en esta categoría. Tiene un papel fundamental en la eliminación de residuos o la digestión. Podemos aportarla directamente o a través de otros productos.
Lic. Shirley Guissen.
Nutricionista / Antropometrista ISAK I .