PENSAR POSITIVO AFECTA A LO QUE HACEMOS
Es mucho más sencillo poder contaminarse con malos pensamientos que con los positivos, esto se debe a que se requiere de un esfuerzo mayor para mantener el entusiasmo que esto implica.
Tendemos a pensar en forma negativa por lo general, que acaba terminando con nuestras ganas de seguir intentando lo que nos propusimos inicialmente, sin embargo, cuando logramos cambiar la forma de pensar y transformarla en positiva las ganas de seguir intentando se intensifican con mayor fuerza.
¿Qué sucede cuando estamos en el trabajo para hacer algo que nos gusta y queremos hacer?
Nos agrada tanto lo que estamos haciendo que nos enfocamos a seguir trabajando para realizarlo con éxito, en cambio cuando estamos solamente para cumplir con el trabajo, ni nos gusta ni la pasamos bien. Como todas las personas somos diferentes, con distintos intereses, motivaciones, fuerzas, es importante centrarse en el objetivo personal y trabajar en pensamientos positivos que ayuden al proceso.
Somos los encargados de crear nuestro propio mundo. Dejemos de enfocarnos en lo que no queremos, para no intensificarlo y que siga estando ahí. Tu mente debe trabajar a tu favor, recuerda que sólo nosotros somos los que tenemos autoridad sobre ella.
Los pensamientos son el espejo de las emociones y de la forma en como actuamos, son justamente la forma de percibir e interpretar los hechos de la realidad. Esto quiere decir que no son las situaciones en sí mismas las que perturban a las personas, sino la forma de cómo se interpreta.
Es importante tener en cuenta que nuestros pensamientos tienen la facultad de influir sobre nuestro estado de ánimo y en la forma en como actuamos, se activan de esta forma diferentes emociones como la alegría, la tristeza, el miedo y la ira que pueden surgir con la presencia de un acontecimiento vivido.
Los acontecimientos pueden o no resultar positivos, lo hacemos de acuerdo a la interpretación, es decir, somos nosotros mismos, que determinamos como nos sentiremos y el modo en como actuaremos frente a determinado hecho.
No olvidemos que “pensar de forma positiva genera emociones de bienestar en cambio los pensamientos negativos generan desgaste emocional permanente por lo que prolonga el malestar”.
Es importante poder identificarlos y asumirlos, para tener una actitud proactiva y resolutiva, es decir, enfrentarlos para superarlos.
RECORDEMOS:
- Reconocer nuestros sentimientos y emociones
- Aceptar nuestras debilidades
- Trabajar la automotivación y los pensamientos de manera positiva
- Enfrentar nuestras barreras y derrumbarlas
- Ser perseverantes para poder lograr lo propuesto
No olvidemos que el optimismo es una conducta aprendida, es la visión que uno tiene de sí mismo, de los demás y del mundo. Ser positivo no es pretender no ver la realidad, solo se trata de tener una mejor actitud y mirar de forma resolutiva los acontecimientos problemáticos que se presentan del exterior.
Al tener una mentalidad positiva y la convicción de que perteneces a ella, lograrás cumplir todo aquello que desees.
¡Al cambiar nuestros pensamientos cambiamos nuestro mundo!
Lic. Tereza Velázquez Maggi
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