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El TRASTORNO DE ANSIEDAD, UN MAL SILENCIOSO

Todos hemos experimentado esa sensación de tensión, nervios y preocupación ante situaciones desafiantes o problemas importantes de la vida, como un examen o una entrevista de trabajo, a la cual denominamos ansiedad. La ansiedad es una sensación normal y beneficiosa para afrontar los desafíos y problemas de la vida diaria. Sin embargo, cuando esta se manifiesta de manera más intensa y persistente puede albergar un trastorno mental.

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Esta sensación es normal e incluso beneficiosa, pero cuando produce gran malestar y síntomas significativos se considera patológica. A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes sobre ansiedad.

¿Qué es un trastorno de ansiedad?

El sentir miedo y ansiedad es parte de la vida, una reacción normal al estrés. La ansiedad se da ante eventos importantes o experiencias estresantes tales como una entrevista de trabajo, un examen o situaciones peligrosas. En tales circunstancias, la ansiedad puede ser beneficiosa, ayudando a uno a estar alerta ante los peligros, preparado y atento para lo que venga; pero cuando la ansiedad es desproporcionada con la situación y se presenta incluso en ausencia de cualquier peligro puede ser considerada enfermiza. Tal grado de ansiedad produce manifestaciones físicas y psicológicas.

La ansiedad que se presenta en momentos inadecuados de forma más intensa y duradera e interfiere con las actividades normales de uno se denomina Trastorno de Ansiedad.

 

¿Por qué sufrimos trastornos de ansiedad?

No se sabe con exactitud qué causa los trastornos de ansiedad, ciertos factores cumplen un rol importante, como la historia familiar, la química cerebral y el ambiente en el que uno vive. Podemos citar:

  • Causas genéticas: Existe una predisposición genética a padecer ansiedad, la misma puede ser transmitida de padres a hijos.
  • Causas circunstanciales: Hechos traumáticos tales como un incendio o un accidente de tráfico pueden producir ansiedad. En estos casos, generalmente desaparece con el tiempo. Si la ansiedad permanece, se la conoce como Trastorno por Estrés Postraumático.
  • Consumo de drogas: Drogas como las anfetaminas, el éxtasis o el LSD pueden causar ansiedad, también la cafeína puede producirla. 
  • Experiencias vitales significativas: Eventos no traumáticos, cambios vitales en el presente como el embarazo o alteraciones en el ámbito laboral (despido, ascenso, etc.) pueden producir ansiedad.

 

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

La ansiedad se manifiesta a nivel físico y emocional, los síntomas son variados y podemos clasificarlos en los siguientes grupos:

  • Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, tensión y rigidez muscular, cefalea, cansancio, hormigueo, sensación de mareo e inestabilidad, irritabilidad, alteración del sueño.  
  • Psicológicos: Sensación de amenaza, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, temor a la muerte, locura.
  • Conductuales: Impulsividad, inquietud motora, bloqueos de estado de alerta e hipervigilancia. Cambios en la expresividad y lenguaje corporal como posturas cerradas, rigidez, tensión en las mandíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, etc.
  • Cognitivos: Confusión, dificultades de atención, concentración y memoria.
  • Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, quedarse en blanco, dificultad para expresarse.

No todas las personas tienen los mismos síntomas, la ansiedad puede ser leve, moderada o severa, dependiendo del desencadenante y de la reacción de quien la padece.

Muchos de estos síntomas se presentan ante situaciones importantes y estresantes, y generalmente desaparecen cuando cesa el peligro o el riesgo que se percibe.

 

¿Cómo se trata el trastorno de ansiedad?

Los tratamientos difieren según el trastorno de ansiedad de la persona. Sin embargo, hay estrategias generales comunes que ayudan a enfrentar un cuadro de ansiedad, estas incluyen:

  • Tratamiento farmacológico: Se emplean benzodiazepinas y antidepresivos, siendo los más utilizados los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina. Los medicamentos no curan la ansiedad, pero ayudan a reducir la intensidad de los síntomas de tal forma facilitar el uso de estrategias aprendidas en la psicoterapia. Los medicamentos tienen efectos adversos y al tomarlos uno puede desarrollar tolerancia y dependencia, por lo tanto, es importante que los mismos estén recetados por un médico y no se tomen por cuenta propia.
  • Tratamiento psicológico: El tratamiento psicológico con evidencia más sólida en los trastornos de ansiedad es la terapia cognitiva conductual de acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA). En ella, el terapeuta enseña al paciente a manejar la ansiedad, controlar los miedos, cuestionar sus pensamientos irracionales y sustituirlos por otros más racionales. Otras estrategias incluyen el entrenamiento en relajación profunda, la exposición a situaciones que provocan ansiedad y practicar en la imaginación la forma de enfrentar dichas situaciones.

 

¿Cómo prevenir la ansiedad?

Para ayudar al tratamiento y prevenir la ansiedad uno puede realizar las siguientes estrategias:

  • Practicar ejercicio físico de forma regular.
  • Utilizar técnicas de relajación o meditación.
  • Evitar sustancias que provocan ansiedad, como el café.
  • Evitar consumir drogas, alcohol y tabaco.
  • Dormir las horas necesarias.

Existen diversos tipos de ansiedad, pero tienen en común el tratamiento con psicoterapia y fármacos. En caso de que la ansiedad interfiera con sus labores en casa o trabajo, o le provoque un gran malestar, es recomendable que consulte con un psiquiatra o psicólogo para realizar un tratamiento.

 

Dr. José Andrés Bogado

Especialista en Psiquiatría Clínica y Máster en Investigación en Psiquiatría